Explica cómo la atención integral de los trabajadores que informan malestares permite encontrar mejores soluciones y evita que los problemas se agraven.
En Piedras Negras, Coahuila, la especialista en salud ocupacional, Rafaela Elizabeth Heredia Alvídrez, aseguró que cuando se brinda una atención integral a un trabajador después de que informa un dolor de cabeza en su lugar de trabajo, las empresas experimentan una reducción significativa del ausentismo y, por lo tanto, un aumento de la productividad. Tanto el empleador como el empleado se benefician.
Heredia Alvídrez destacó que los tiempos han cambiado y que tanto las leyes laborales como las del Seguro Social han permitido que las empresas, especialmente las maquiladoras, amplíen los servicios médicos y los tengan disponibles de inmediato en las propias instalaciones.
Esto crea las condiciones para que, si alguien se siente mal, "no solo se le dé un mejoral", sino que se analice su situación médica en general, incluyendo los aspectos emocionales y de estrés.
"La idea de contar con salud ocupacional en el entorno laboral es que la consulta o atención médica para el trabajador sea más integral, es decir, se puedan analizar múltiples condiciones o factores que podrían influir en lo que parece ser un simple dolor de cabeza", afirmó.
Heredia Alvídrez mencionó que un dolor de cabeza en el trabajo siempre es un indicador de algo, y ese algo es responsabilidad de los especialistas en salud ocupacional.
"Puede ser el resultado de condiciones personales relacionadas con la alimentación, la falta de sueño, el estrés, los problemas psicológicos o emocionales, así como de jornadas laborales más largas y la presión por la producción. Como especialistas en salud ocupacional, es nuestro trabajo abordar y canalizar todos estos aspectos", señaló.
