La caza furtiva existe y afecta a propietarios de ranchos cinegéticos porque dejan de vender los cintillos de la caza de venado, y perjudica también a los cazadores, al no encontrar el tamaño de cornamenta esperada.
José María Sánchez Estrada, técnico de la oficina de la Secretaría del Medio Ambiente, indicó que es difícil detectar la caza furtiva, pero es algo que se presenta, sobre todo, en la temporada de venado --de noviembre a febrero--, que es el más buscado o de atracción para los cazadores.
A la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente le correspondería tomar las denuncias de los propietarios de ranchos cinegéticos por caza furtiva.
Muchos de quienes gustan de la cacería de venado, lo hacen para obtener la cornamenta más grande y ponerla de trofeo, pero algunas veces el furtivo se le adelanta y el cazador tiene que conformarse con un venado con cornamenta más pequeña.
Comentó que quienes son aficionados a la cacería, previamente visitan ranchos para saber sobre la calidad de venados que existe y le “echan el ojo” a algunos ejemplares para la temporada de caza, por eso saben que se les adelanta la caza furtiva.
“Siempre ha habido, para detectar a las personas, pues hay gente de toda, mismos rancheros o hasta gente de la ciudad, pero sí se da (caza furtiva)”, subrayó el funcionario estatal.
Comentó que los cazadores nunca regresan de cacería con las manos vacías, pues siempre traen algún ejemplar, tal vez no de las características que ellos quieren, pero sí traen algún venado cazado.
“Ellos buscan la cornamenta, entre más puntas tenga, es mejor para ellos, y si no hayan nada, lo que quieren es usar el cintillo”, subrayó Sánchez Estrada.
Por comentarios de los mismos cazadores, dijo, hablan de que la caza furtiva les ganó algunos ejemplares que habían visto antes y se lamentan que ellos cumplan con todos los requisitos y tarifas de la compra de la licencia a 549 pesos para portación del arma más el cintillo, mientras que los furtivos sólo cazan sin pagar nada.
Los dueños de los ranchos dan cuenta de la caza ilegal porque llevan el conteo de sus animales y los cintillos a que tienen derecho vender, ya que la Secretaría del Medio Ambiente les proporciona 3 a 4 cintillos por rancho pequeño y más, cuando el rancho es grande.
La temporada actual es de caza de venado como de jabalí, palomas y guajolote, concluye el 31 de enero, y los cazadores pueden matar los animales de los que hayan comprado el cintillo, donde el más demandado es el de venado.
