AGENCIAS / EL TIEMPO
WASHINGTON.- Cuba se prepara para una invasión de estadounidenses luego de que el gobierno de Barack Obama levantó las últimas restricciones grandes a los viajes desde Estados Unidos a la isla.
Después de medio siglo de distanciamiento, los estadounidenses lucen ansiosos por explorar este país a escasos 145 kilómetros (90 millas) de la Florida, que en muchos sentidos parece haberse quedado atrás en el tiempo, en los años 50, en que un gobierno revolucionario derrotó a otro apoyado por Estados Unidos.
De acuerdo con The Associated Press, las últimas novedades, anunciadas poco antes del histórico viaje de Obama a La Habana a partir del domingo, harán que resulte más fácil, rápido y barato para los estadounidenses visitar la isla cuando lo deseen, por más que siga en vigor una prohibición formal al turismo estadounidense.
"La prohibición de los viajes está agonizando, porque en la práctica, cualquiera puede viajar", declaró el senador Jeff Flake, agregando que "hasta se pueden usar los kilómetros de los programas de viajeros frecuentes".
Lo que hay que saber sobre los viajes de los estadounidenses a Cuba, con el formato de preguntas y respuestas:
Cualquiera que encaje dentro de 12 categorías, incluidas actividades profesionales, religiosas y periodísticas. La más usada seguramente será la de "actividades educativas".
En el pasado, la gente que apelaba a esa opción debía participar en tours organizados por empresas licenciadas por el gobierno. Esos tours eran costosos y no daban mucha flexibilidad. Bajo las nuevas normas, la gente puede hacer viajes educativos personales sin necesidad de autorización previa.
Hay que tener un programa completo de actividades autorizadas "pensadas para fomentar el contacto con el pueblo cubano, apoyar la sociedad civil en Cuba o promover la independencia del pueblo cubano".
Numerosas actividades caben dentro de esa categoría. "No faltarán oportunidades para que los estadounidenses armen un programa significativo o contactos personales mientras están en Cuba", declaró el asesor adjunto de seguridad nacional Ben Rhodes.
Los viajeros deben conservar durante cinco años los detalles de sus actividades en Cuba, pero no deberán dar explicaciones a menos que se las pidan. El Departamento del Tesoro dijo que se asegurará de que se cumplen las reglas, aunque no dio detalles.
La cantidad de personas que hacen viajes de placer a Cuba se duplicó el año pasado, en que hubo 160 mil visitantes estadounidenses. Expertos pronostican que las medidas anunciadas el martes generarán un aumento de entre el 10 por ciento y el 20 por ciento.
A la larga, también se podrá ir en barco. Cruceros europeos ya hacen escala en el puerto de La Habana. Algunas empresas estadounidenses ya tienen el permiso de Estados Unidos y esperan el de los cubanos.
La invasión estadounidense podría verse limitada por el hecho de que es casi imposible encontrar hotel o alojamiento en viviendas privadas sin meses de búsqueda. La mayoría de los hoteles están funcionando al 100 por ciento de su capacidad y las mejores viviendas privadas están reservadas por varios meses.
Miles de cubanos residentes en Estados Unidos visitan la isla todos los años, pero generalmente se quedan con familiares o en casas alquiladas.
Desde hace poco se puede apelar también a AirBnB, que permite buscar casas particulares y pagar con tarjeta de crédito.
