[quote]Exige COPARMEX que autoridades también se abrochen el cinturón y vigilen el impacto inflacionario[/quote]
VANGUARDIA/EL TIEMPOComo “desproporcionado” calificó COPARMEX que, en la determinación de los nuevos precios de las gasolinas y diesel, el Gobierno traslade todo la carga al consumidor final y que no haya voluntad por ajustarse el cinturón y revisar esquemas de reducción de cargas fiscales.
La Confederación Patronal de la República Mexicana tiene, además, “una gran preocupación por el impacto inflacionario que pueda generarse con los aumentos en los combustibles”.
Lo aspectos anteriores fueron señalados por el sindicato patronal al fijar su posición en relación al anuncio de la Secretaría de Hacienda respecto a la metodología para la determinación de precios máximos de gasolinas y diesel, así como precios máximos vigentes en enero de 2017.
En una Tarjeta Informativa sobre el alza de precios en combustibles, el organismo empresarial alertó también sobre otro aspecto relevante que coloca al sector productivo mexicano en una situación muy vulnerable e incide en el precio de los combustibles. “La falta de infraestructura en refinación, transportación, distribución y almacenamiento nos han vuelto dependientes del exterior”, advierte. “De mantenerse esta situación seguiremos muy vulnerables al no lograr la autosuficiencia energética”.
COPARMEX sostuvo que es el momento de sentar las bases para una profunda renovación y modernización industrial de petrolíferos y petroquímicos. “Es evidente que PEMEX ya no cuenta con la capacidad técnica ni financiera para mantenerse como el proveedor único de los combustibles”, subraya, “por lo que hay que hacer una transición rápida y efectiva para evitar que las pérdidas acumuladas de la paraestatal la lleven a una situación insostenible”.
“El reto es enorme pero inaplazable ya que de no enfrentarlo, los costos futuros serán mayores y más drásticos”, señala el texto.
En el documento, COPARMEX recuerda que siempre ha impulsado la libre competencia y la apertura de mercados y que ante la situación actual derivada del anuncio de incrementos en 2017, el organismo seguirá aportando propuestas de solución que sean representativas del sector empresarial y que busquen que el usuario final no sea el más afectado.
Reconoce que el mercado de precios abiertos es adecuado porque permite que la participación de más jugadores fije el precio final de acuerdo a la libre competencia; “sin embargo, en México, el componente de impuestos que tienen los precios de gasolinas y diesel es muy elevado, más del 40 por ciento”.
“Manejar subsidios como hasta ahora se ha hecho es inviable y regresivo”, detalla, “además tampoco PEMEX puede seguir absorbiendo las pérdidas por las transacciones de compra-venta de gasolina sobre todo la importada, que ascienden a más de 50 mil millones de pesos anuales”.
Coparmex observa, no obstante, que en la determinación de los nuevos precios, las autoridades trasladan todo la carga fiscal al consumidor final, sin que el Gobierno sea más eficiente. “Por eso seguiremos insistiendo en la revisión de los porcentajes considerados en la fórmula para la determinación de los precios, demandando al Gobierno ajustes a la baja en los impuestos respectivos”, indica.
El documento de COPARMEX, concluye señalando que se deben diseñar esquemas de fomento e incentivos a la inversión privada para que participen en los procesos de refinación, transportación, distribución y almacenamiento en forma eficiente y productiva, a fin de tener precios competitivos en el mercado.
