Tres policías municipales de Ciudad Frontera, dos en turno y el otro franco, fueron asegurados por elementos del GATEM la madrugada de ayer, por la presunta posesión de droga, siendo decomisada la patrulla en la que daban sus rondines de vigilancia.
Los uniformados fueron consignados ante el Ministerio Público del fuero común, por lo que saldrían libres tras el pago de una fianza, pero automáticamente quedaron fuera de la corporación.
La detención de los uniformados ocurrió en calles de la colonia Occidental, alrededor de las 01:00 horas de ayer, cuando Pedro F. y Pedro C., estaban a bordo de la patrulla 1017, detenidos en una esquina, y fuera de la patrulla se
encontraba el oficial Rolando D., quien estaba en su día de descanso.
Al sitio arribaron elementos del GATEM, quienes los abordaron presuntamente por la sospechosa forma de actuar, y fue al revisar la unidad presuntamente les encontraron varias bolsas con droga, al parecer marihuana.
Tras esto, los tres policías fueron asegurados y puestos a disposición del Ministerio Público del fuero común, por lo que se presume que no era mucho la droga que presuntamente les encontraron, pues de otra manera serían consignados ante el Fuero Federal.
Junto con ellos, también fue decomisada la patrulla 1017 de Seguridad Pública Frontera, misma que quedó a disposición de las autoridades.
Hasta el cierre de la edición, los uniformados seguían detenidos, pero recuperarían su libertad tras el pago de una fianza que estaba promoviendo sus abogados.
QUEDAN FUERA
En entrevista con el director de la corporación policiaca, el licenciado Rogelio Valdés, indicó que las autoridades se han manifestado muy herméticas con ellos, que no les han dado toda la información de cómo ocurrieron los hechos, ni les han informado qué tipo de droga o qué cantidad de esta portaban.
Pero que desafortunadamente, por así dictaminarlo el reglamento, los tres oficiales quedaron fuera de la corporación automáticamente, porque no puede haber policías bajo proceso judicial.
Indicó que los tres uniformados eran relativamente nuevos en la corporación, que aparentemente no estaban viciados, no tenían ninguna denuncia por abuso de autoridad, ni habían estado envueltos en problemas, y por el contrario aseguró que eran buenos elementos, que habían pasado las pruebas de confianza y los exámenes toxicológicos, pero que las reglas son claras y tendrán que irse.
