Párroco señala que el Evangelio es un programa de vida para fuertes y valientes que exige heroísmo
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GUADALUPE PÉREZ/EL TIEMPO
La verdadera paz está hecha de fuego, lucha y esfuerzo, aunque esto divida familias; indicó el padre Agustín de la Cerda durante la misa dominical a la vez de hacer un exhorto a los fieles presentes para que hagan el bien, promuevan la paz y alejen todo lo que no nos lleva al Señor.
En la misa matutina el sacerdote señaló que Jesucristo promovía la paz de su resurrección, pero no es solo una paz de conformismo sino que es más dinámica, por lo que conmina a los fieles a no ser sólo espectadores de lo que sucede en el entorno o quedarse de brazos cruzados.
“La verdadera paz está hecha de fuego, de entrega, lucha, esfuerzo, generosidad y perseverancia; esta lucha es la que trae la paz del alma a las familias, a la sociedad; nos dice Jesús que ha venido a traer división, que quiere la paz pero no basada en anti valores, nos dice que amamos al prójimo como a nosotros mismos”, indicó.
Añadió que es decisión de cada persona seguir o no esa paz que promovía Jesús, en donde se busca reconciliar a los hombres, aunque también puede generar división en las familias o a las personas cercanas ya que siempre habrá quién invite a obrar mal, pero si siguen los designios del Señor se deben alejar de esas personas.
“Sugiero que se quite de en medio todo lo que estorba, si un atleta no sabe despojarse de lo que le estorba, ganará pocas medallas o tal vez ninguna, el Evangelio es un programa de vida para fuertes y valientes, nos exigirá heroísmo aunque siguen habiendo mártires pero siempre con una coherencia de vida cristiana, la paz de Cristo, la verdadera paz está hecha de fuego, entrega, lucha, esfuerzo, generosidad y perseverancia”, remarcó.
Finalmente cerró su sermón señalando que; “la fe exige opciones radicales, no digamos que es imposible, porque con la ayuda de Dios lo podemos todo”.
