HÉCTOR SOSA / REPORTERO
A pesar de que cada vez son más los indigentes que deambulan por las calles, expuestos a muchos riesgos, entre ellos los cambios bruscos de temperaturas, las autoridades de salud, ni civiles, se han preocupado, ni ocupado de las mismas, abandonándolas como lo han hecho sus propios familiares.
Hasta ahora, las autoridades de salud, ni civiles de los distintos niveles de Gobierno, han contemplado un proyecto de construcción de un hospital psiquiátrico, un albergue o un sitio en donde puedan resguardarlos y que estén seguros.
Los casos ya se pueden contar por decenas en la región, desde jóvenes, hasta adultos, que a diario se exponen a una serie de riesgos, aun y cuando estos son indefensos, aunque hay casos que ya se han reportado de agresivos, y que nadie se preocupa por ellos.
INES, UN CASO PALPABLEUna mujer indigente afectada de sus facultades mentales, habita en condiciones de insalubridad y vulnerable a frÍo congelante, en la antigua Central de Autobuses, ubicada en la esquina de las calles Guerrero y Presidente Carranza, de la Zona Centro, de Ciudad Frontera.
Inés, un caso más de personas indigentes que reniegan ser llevadas a los albergues de Protección Civil, de 58 años de edad, comenta que sus apellidos son García López, luego afirma, que de León Benavidez, después divaga y dice frases incoherentes y no sabe dar razón de sus familiares.
Se aloja, acompañada de tres perros y una gran cantidad de basura y ramas secas, que a decir de los vecinos, ella misma mete al lugar y que genera olores desagradables.
Un viejo colchón es donde duerme y cuatro cobertores donde también descansan tres perros pequeños y otros de mayor tamaño, el olor a desperdicio inunda el lugar y ahí se sienta a hablar para sí misma.
Abraham Palacios Cedillo, Director de Protección Civil en Frontera, recibió el reporte de vecinos, pero al llegar, la mujer de quien dice tiene alrededor de 58 años, se niega a ir a un albergue, se le dejo cobertores y una gorra para que no pasara frío, además de comida caliente.
Además, se acude para revisar que se encuentre bien y se le lleva comida, asegura que no se puede hacer más que estar al pendiente de su condición, incluso con observación de su estado de salud.
