EL TIEMPO
EJIDO LA CRUZ, COAH.- Una mujer de 84 años de edad fue rescatada por la Policía y sus nietas, luego de que sobrinos de la ancianita, la mantuvieran por largo tiempo, encerrada en una habitación, sin proveerle alimentos ni agua, además de maltratarla, presuntamente con la intención de que su salud se vea mermada y les deje la casa, en donde fueron admitidos de buena fe.
Los hechos salieron a la luz desde el pasado viernes, luego de que las nietas de doña Irma Espinoza González, quienes viven en la casa de a lado sobre la Carretera 30, pidieran el auxilio de las autoridades, tras varios días de escuchar gritar a su abuelita, que tenía hambre y sed, además de suplicar a gritos que la sacaran de ahí.
Cuando las jovencitas acompañadas por su madre, Susana Reyes, viuda del hijo de doña Irma, encararon al sobrino de ésta, Heriberto Martínez Sifuentes de 24 años de edad y a su esposa Cecilia Mancha, quienes llegaron a vivir al hogar de doña Irma según para cuidarla, estos en todo momento negaron el acceso al domicilio, asegurando que la señora ya estaba senil, y que estaba bien atendida.
Sin embargo, doña Irma seguía gritando de hambre y sed, razón por la que se pidió la intervención de la Policía, quienes acudieron al sitio percatándose que efectivamente la mujer permanecía encerrada, sola y en deprimentes condiciones, así que con una barra de acero, forzaron la puerta principal, logrando así rescatarla.
La adulta mayor fue atendida en sus necesidades y se quedó en el hogar de su comadre, doña Sara Sánchez, hasta donde acudieron otros dos sobrinos, hermanos de Heriberto, quienes fueron identificados como Humberto y Miroslava Martínez Espinoza, quienes a la fuerza, sacaron a la mujer donde estaba siendo atendida y la volvieron a recluir en su hogar, lo que provocó una nueva movilización policiaca la madrugada de ayer, acudiendo ahora al menos tres patrullas al hogar, donde se encontraron con los sobrinos y un abogado de ellos, quienes les impidieron rescatar de nuevo a doña Irma, toda vez que la señora fue presentada en la puerta y aseguró, aunque temerosa, que estaba bien y que quería quedarse ahí.
Oficiales entrevistados por este medio de comunicación, tristemente indicaron, “La están matando poco a poco”, “La están dejando morir”, “No le dan agua ni comida, para quedarse con la casa”, lo cual fue corroborado con vecinos del lugar y las mismas nietas de doña Irma.
Tras esto, las nietas se movilizaron con la PRONNIF, dependencia que les negó la ayuda, indicando que ya no están defendiendo o auxiliado a adultos mayores, ya que eso toca a otra institución, sin que supieran canalizarlas a dicha instancia.
Fue entonces que acudieron ante el Ministerio Público, donde se les invitó a que interpusieran una denuncia formal para darle seguimiento, y así mismo, que una de ellas solicitara la patria potestad o responsabilidad, toda vez que la ancianita ya no puede valerse por sí misma, ni tomar decisiones, denuncia que tardará tiempo en ser atendida.
Ante tal situación, estas acudirían ante el Centro de Empoderamiento de la Mujer, para ver si en esa dependencia pueden auxiliar a su abuelita, quien está en riesgo latente de perder la vida.
