“La verdad no se cual pudiera ser mi reacción al verlos, ellos podrán pagar, a mi hija no me la va regresar nadie, quiero que paguen que se haga justicia, ahorita fue mi hija al rato quien sabe quién más”, dijo Erika, su madreVERÓNICA PRECIADO/ REPORTERA
CASTAÑOS, COAH. –“Me siento tranquila yo sólo pido que se haga justicia y que caiga quien tenga que caer”, expresó Erika Castilleja Ramos, madre de Elda Graciela, quien dijo no conocer a los presuntos asesinos de su hija, asegurando además que la menor no tenía ningún tipo de relación con ellos.
Con impotencia, señaló que estuvo pensando en asistir o no a la audiencia, pero decidió acudir sólo para ver de frente a los imputados, pues aún no entiende porque acabaron con la vida de su única hija.
Refirió, que hay otra persona implicada, quien tiene el celular de su hija “tiene que salir ella también”.
“La verdad no se cual pudiera ser mi reacción al verlos, ellos podrán pagar, a mi hija no me la va regresar nadie, quiero que paguen que se haga justicia, ahorita fue mi hija al rato quien sabe quién más”.
Al recordar a “Chelita”, comentó que a la menor no le gustaba mucho la escuela, pero ella como madre le decía que estudiara una carrera corta para salir adelante.
“Me decía yo me voy a ir a trabajar, yo le decía yo trabajo y tu estudias, la pasábamos duras me decía que vendiera sus arracadas, su anillo de graduación, a mi hija la recuerdo como una niña alegre, feliz, si era rebelde como cualquier niña de su edad, pero siempre bailaba la música de hoy (reguetón) le decía que música tan naca oyes, pero ella se agarraba bailando y se le pasaba pronto el coraje”.
Siempre salíamos a eventos las dos juntas, ese día que yo salí sola, me pregunto por qué salí, pero, aunque no hubiera salido, si esto iba a pasar, mencionó afligida.
Aclaró, que nunca fue dura con su hija, sólo era estricta como toda madre que quiere lo mejor para sus hijos, “yo le llamaba la atención nunca le llegué a pegar, ella fue criada con sus abuelos porque yo siempre tuve que trabajar”.
Erika, manifestó que, desde que “Chelita” desapareció hubo un cambio muy drástico en su vida, “es difícil yo me hago fuerte por mis papás que están enfermos, pero a veces quiero gritar muy fuerte”.
