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El abusón se apoderó de una bocina amplificada que recién habían comprado quienes le dan techo y comida.
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EL TIEMPO
Por morder la mano de quien le dio de comer, un abusivo sujeto fue a parar dentro de las celdas municipales, luego que la pareja de su suegro descubriera que les había robado una bocina amplificada.
Quien se salvó de ser consignado ante el Ministerio Público luego que la afectada no quisiera formalizar cargos en su contra por los hijos de éste, es Miguel Ángel Rodríguez Banda de 24 años de edad.
Información proporcionada por las autoridades señala que los hechos se registraron alrededor de las 11:20 horas de ayer, cuando los oficiales de la patrulla preventiva de la Policía Municipal, 004, fueron requeridos en un domicilio de la Zona Centro, ya que reportaban el robo de una bocina.
Rápidamente, los uniformados llegaron hasta la casa marcada con el numeral 114-B de la calle Hinojosa, en donde se entrevistaron con la afectada, Tomasa Trinidad Santos de 44 años de edad, quien acusó a su hijastra de nombre Paloma de haber robado su bocina amplificada.
Los uniformados agregaron que ante su presencia, la joven madre de dos pequeños, le pidió a Miguel que entregara el aparato.
Ante tal presión, Miguel Ángel aceptó haberse llevado la bocina y llevó a los uniformados hasta una casa localizada sobre la calle 37 en la colonia Guerrero, donde dialogaron con el tío de éste, quien dijo desconocer su procedencia, pero accedió a entregarla al no querer involucrarse en problemas.
La afectada, la bocina y Miguel Ángel fueron llevados a bordo de la patrulla hasta el departamento policiaco, mientras que el presunto ladrón fue recluido en una celda, Tomasa pasó a dialogar con el Juez Calificador en turno y explicó a las autoridades que aproximadamente mes y medio antes adquirió la bocina en una tienda departamental, y que fue hasta el pasado miércoles cuando la echó de menos, ya que ella y su pareja trabajan todo el día en una taquería.
La veracruzana agregó que ella y su pareja tienen viviendo a Miguel y a su esposa en su casa, además de los dos pequeños.
"No es justo que nos hagan esto, con nosotros tienen todo, techo, cama y hasta alimento, no pagan renta, ni algún servicio" manifestó la afectada.
Por su parte, el joven confesó haber robado la bocina, pues pretendía venderla para obtener dinero y pagar, presuntamente, el depósito para una casa de renta.
Gracias a que Tomasa no quiso denunciar el abuso, Miguel Ángel sólo quedó arrestado por una falta administrativa menor.
