AGENCIAS / EL TIEMPO
WASHINGTON.- Donald Trump firmó ayer en el Despacho Oval una orden ejecutiva para sacar a Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), del que forman parte otras 11 naciones.
Así arrancó el Presidente su primera semana en la Casa Blanca. Trump cumplió su promesa, y rubricó un decreto para retirar a Estados Unidos del TPP, y tiene previsto renegociar el tratado de libre comercio con México y Canadá (TLC o NAFTA, por sus siglas en inglés).
El proteccionismo comercial, fue uno de los ejes de la campaña electoral de Trump. El otro fue el mensaje contra los migrantes mexicanos y musulmanes.
El discurso inaugural tuvo como eje central que Estados Unidos será primero, un eslogan nacionalista y proteccionista contrario a la globalización, o al globalismo, la palabra que, en el vocabulario de los ideólogos del trumpismo, define el cosmopolitanismo y el liberalismo que el Presidente quiere combatir.
Tanto la renegociación del TLC, como la retirada del TPP, son promesas electorales del magnate. Su rival Demócrata en las elecciones del 8 de noviembre, Hillary Clinton, también prometió en campaña la retirada del TPP.
Las primeras decisiones de Trump, marcan una ruptura con la política de Washington en las últimas décadas. Estados Unidos ha impulsado la apertura de los mercados mundiales desde el final de la Segunda Guerra, y ha sido uno de los máximos beneficiarios.
Trump, rompe con uno de los dogmas de su partido, el Republicano, que durante décadas se ha llevado el estandarte de la economía de libre mercado y del libre comercio. Que empiece la presidencia con la firma de estos decretos, es una señal de que se abre una nueva etapa, y ya nada será igual.
El nuevo Presidente, un magnate neoyorquino ajeno a la política hasta hace poco, ha transformado el partido de Lincoln y Reagan.
También firmó una orden que congela las contrataciones de personal para el Gobierno Federal, y una orden que prohíbe el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero, una política republicana que data de la década de 1980 y que su predecesor, Barack Obama, había cancelado. La concesión o no de fondos gubernamentales estadounidenses a los grupos pro aborto en el exterior fue un asunto contencioso en las últimas Administraciones, que se ha autorizado durante mandatos demócratas y prohibido durante los republicanos.
Además de la firma de tres decretos, Trump dedicó su primera jornada presidencial en día laborable a reunirse con ejecutivos empresariales y con líderes del Congreso.
Por la mañana de ayer, desayunó en la Casa Blanca con los jefes de grandes empresas como Ford, Dell Technologies, Whirlpool, Johnson & Johnson, Lockheed Martin, Dow Chemical, U.S. Steel y SpaceX, entre otras.
Por la tarde tiene prevista una reunión con "trabajadores estadounidenses", según la agenda oficial.
Una versión anterior de la agenda, posteriormente enmendó, incluía en este encuentro a líderes sindicales.
Trump también habló por teléfono con el Presidente egipcio, Abdelfatá Al Sisi. El domingo habló con el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
