VERÓNICA PRECIADO/REPORTERA
50 años de prisión dictó el juez en contra de Jesús Gerardo y Néstor Alejandro, homicidas de Yúnior Osvaldo López Ramos, quienes enfrentarán una condena hasta el 2066, además tendrán que pagar 438 mil 240 pesos por la reparación del daño a favor de Aurora López madre de la víctima, y una multa de 50 días de salario mínimo.
Tras un largo juicio, finalmente el tribunal emitió el fallo acreditando todos y cada uno de los datos de prueba que presentó el Ministerio Público, al comprobarse la total responsabilidad de ambos en la comisión del delito de homicidio por haber sido cometido con premeditación, ventaja y alevosía en perjuicio de Yúnior.
La familia del hoy occiso aunque no conforme con la pérdida irreparable del joven ingeniero, se mostró satisfecha con el dictamen del tribunal, ya que después de más de un año se hizo justicia.
Por lo contrario los asesinos, nunca mostraron arrepentimiento por haber causado la muerte a un joven con una conducta intachable, trabajador y buen hijo, así lo describieron sus familiares.
Durante la etapa final del juicio, se destacó la parte de la declaración que hizo Karen Selena, novia de Yunior, en donde ella dijo que “Iracheta” haciendo referencia a uno de los homicidas, le había advertido que se quedaría con el vehículo y dinero de su novio, así lo tuviera que matar.
Por tanto la envidia y la avaricia, fueron el móvil de este crimen, en el que afirmó la representación social ellos buscaron sus propio destino, porque nadie los obligo a cometer el delito.
Una vez quedando demostrada la participación de Jesús Gerardo y Néstor Alejandro, en el homicidio, estos enfrentaran la pena máxima de 50 años de prisión quedando establecido por el órgano colegiado que la condena dio inicio el pasado 30 de agosto del 2016, para concluir el 29 de agosto 2066.
Aunado a ello, el juez dejó en claro que no se concede ningún beneficio a los homicidas, además quedan suspendidos sus derechos políticos.
Una vez que se pronunció la sentencia, se ordenó el traslado inmediato de ambos al Centro Penitenciario de la Ciudad de Saltillo.
