EL TIEMPO
Tras amenazar con matar a sus hijos y agredir a su ex pareja, quien los mantenía bajo resguardo, una mujer fue llevada a las celdas municipales ante el temor que ésta pudiera provocar una tragedia.
Los hechos ocurrieron cerca de las 00:30 horas de ayer, cuando elementos de Seguridad Pública fueron requeridos en la calle Paseo de las Carolinas número 912 de la colonia Miravalle 3, pues en el sito una mujer se encontraba alterando el orden público.
De inmediato, autoridades se trasladaron al lugar encontrado efectivamente a una mujer gritando y agrediendo a un hombre, mientras un jovencito de 14 y un niño de 8 años, lloraban pidiendo ayuda a bordo de un vehículo Ford Fiesta color azul.
Rápidamente los oficiales procedieron a interceptar y tratar de tranquilizar a la mujer, quien fue identificada como Aida Isabel De La Rosa Cruz de 43 años, vecina de la calle San Salvador número 2201 de la colonia Guadalupe.
Según el afectado, su ex esposa había arribado a su domicilio para exigir le regresaran a sus hijos, sin embargo, fue el menor de 14 años quien manifestara preferir quedarse bajo el resguardo de su padre, puesto que la mujer cuando no toma sus medicamentos controlados, se altera e incluso ha atentado contra su propia vida, y la de sus hijos, al colocarles cuchillos en el pecho o cuello para intimidarlos.
Ante esto De La Rosa Cruz, comenzó a lanzar insultos y a agredir a la que fuera su suegra, justo cuando llegaron los uniformados.
Tras ser asegurada, de inmediato procedieron a trasladar a la mujer y a los menores a la Comandancia, en calidad de presentados, para que fuera el Juez Calificador quien evaluara la situación.
Sin embargo, tras escuchar lo anterior y dialogar con los demás familiares, el juez en turno ordenó que Aida De La Rosa Cruz, fuera remitida a las celdas por alterar el orden público, y que los menores fueran puestos bajo custodia de su abuela, mientras que el padre de estos acudía ante la PRONNIF para solicitar su custodia, argumentando que dicha situación se presentaba cada que la mujer no toma sus medicamentos, y deja de acudir al médico correspondiente.
Sin embargo, cuando De La Rosa Cruz ingresó a las celdas, ésta comenzó a descontrolarse, siendo necesaria la intervención de su médico, quien arribó también a la Comandancia con la receta médica prescrita, la cual presentó ante el juez en turno para que se le autorizara colocarle el medicamento y lograr tranquilizarla.
Familiares finalmente solicitaron al Juez que ésta les fuera entregada para su atención médica particular, argumentando que bajo el efecto del medicamento ellos lograban tranquilizarla, firmando un acta donde estos se hacían totalmente responsable de la misma, llevándosela a su casa al paso de algunas horas.
