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Las calles se convirtieron en ríos; en otros lugares el suelo blanqueó con la acumulación de granizo
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ADRIANA CRUZ, HÉCTOR SOSA/REPORTEROS
El Frente Frío Número 57 azotó ayer por unos minutos la ciudad de Monclova con fuerte lluvia que inundó calles y casas, así como granizo que derrumbó árboles y bardas.
El fenómeno fue ocasionado por una corriente en chorro originada por el choque de aire helado y caliente.
Fue a las 16:30 horas que la lluvia descendió y en cuestión de minutos las calles se convirtieron en ríos en varios sectores de la ciudad, mientras que en otros blanqueaba el suelo por la gran cantidad de granizo.
El Director de Protección Civil, Carlos Herrera, dijo se estuvo trabajando con rondines al momento y después de que pasó la lluvia y advirtió que las lluvias continuarán de manera recurrente en los siguientes días.
La lluvia que se convirtió en tormenta y después en granizada en fracción de minutos provocó un caos en distintos puntos de la Ciudad, lo que para algunos adultos mayores en años no se veía la lluvia fuerte de granizo que dejó tapizado de hielo calles y banquetas.
Fue en el Fraccionamiento San José calle Fernando Montes de Oca en la casa marcada con el numeral 1306 un vetusto árbol de nogal cayó pesadamente sobre un Automóvil Oldsmobile Dodge modelo 1992, su propietaria Rosa Ángela Ortiz dijo que no hubo desgracias personales que lamentar sólo materiales.
Por fortuna, indicó, qué bueno que cayó sobre el automóvil y no sobre el techo de su casa qué hubiera colapsado al peso del pesado árbol.
En la colonia Guerrero la barda del patio trasero de la vivienda de Diamantina Sosa cedió al peso del agua y el hielo inundando gran parte de su vivienda, por fortuna sufrió solo una caída sin lesiones de consideración.
Elementos de la SEDENA hicieron acto de presencia para levantar reporte y tras esto se retiraron en tanto se esperaba la llegada de Protección Civil al lugar.
También visitantes al Parque Xochipilli 1 hubieron de salir corriendo luego que la granizada empezó impactar severamente contra sus cuerpos, muchos se refugiaron al interior de sus automóviles y otros más corrían para escapar de los peñascazos de hielo que caían fuertemente, en unos minutos las canchas de fútbol y el césped del parque Xochipilli se vieron literalmente tapizados de color blanco, que era el hielo que caía junto con el agua.
