Los manifestantes, entre los que también había organizaciones humanitarias, universitarias, docentes, de artistas y estudiantes, partidos políticos de izquierda y agrupaciones kirchneristas, cortaron puentes y avenidas de Buenos Aires para exigir más empleo y una marcha atrás con el alza de tarifas de servicios públicos impulsada por Macri, con la que busca equilibrar las cuentas del Estado.
La Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocaron a esta movilización en recuerdo de una Marcha Federal que se realizó bajo el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999).
En medio de una alta inflación, la tercera economía de América Latina se encuentra sumergida en una recesión, que disparó un aumento del desempleo, debido a la escasa inversión que recibió el país durante la anterior gestión de centroizquierda, que mantenía amplias regulaciones sobre los mercados.
Tras asumir en diciembre, Macri eliminó los controles de cambio y las restricciones comerciales y dejó que el peso cotice libremente, lo que impulsó aumentos de precios y caída del poder adquisitivo de los trabajadores.