Hoy, 25 de abril, es Día Mundial del Paludismo, una enfermedad parasitaria que sigue cobrando miles de vidas en el mundo cada año, especialmente entre los grupos de personas más vulnerables; en este día se busca hacer un llamado para intensificar la lucha contra el paludismo.
El paludismo, también conocido como malaria, es una enfermedad transmitida por mosquitos que afecta a millones de personas en todo el mundo, principalmente en las regiones tropicales y subtropicales.
A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, la enfermedad sigue siendo un problema de salud pública de gran magnitud, con un estimado de 241 millones de casos y 634.000 muertes en 2020, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Bajo el lema "Acelerar la lucha contra el paludismo para un mundo más equitativo", el Día Mundial del Paludismo 2024 busca poner de relieve la necesidad de redoblar esfuerzos para alcanzar los objetivos establecidos en la Estrategia Mundial contra el Paludismo 2016-2030, que incluye reducir en un 90% la tasa de mortalidad por paludismo y eliminar la enfermedad en al menos 30 países para el año 2030.
Las desigualdades obstaculizan el progreso
Uno de los principales desafíos en la lucha contra el paludismo es la persistencia de las desigualdades en el acceso a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.
Los grupos más vulnerables, como las mujeres embarazadas, los niños menores de cinco años, las poblaciones indígenas y las comunidades marginadas, son los más afectados por la enfermedad, debido a la falta de acceso a servicios de salud de calidad y a factores socioeconómicos que los hacen más susceptibles a la infección.
Un futuro sin malaria es posible
A pesar de los retos, la comunidad internacional mantiene la esperanza de un futuro libre de malaria. En este Día Mundial del Paludismo, se hace un llamado a todos los sectores de la sociedad a unirse a la lucha contra esta enfermedad y a trabajar juntos para alcanzar los siguientes objetivos:
Eliminar las barreras al acceso a la atención sanitaria: Garantizar que todas las personas, independientemente de su ubicación o condición socioeconómica, tengan acceso a los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento del paludismo de calidad.
Promover la investigación y el desarrollo: Invertir en investigación y desarrollo para encontrar nuevas herramientas para combatir el paludismo, como vacunas más efectivas y medicamentos más accesibles.
Fortalecer los sistemas de salud: Invertir en el fortalecimiento de los sistemas de salud en las regiones más afectadas por la enfermedad, para garantizar una atención oportuna y de calidad.
Empoderar a las comunidades: Involucrar activamente a las comunidades en la lucha contra el paludismo, fomentando la educación para la salud, la participación comunitaria y el control vectorial.
México en la lucha contra el paludismo
En México, el paludismo se transmite principalmente en zonas rurales y marginadas del sur del país. El gobierno mexicano ha implementado diversas estrategias para combatir la enfermedad, incluyendo la distribución de mosquiteras impregnadas con insecticida, la promoción del uso de repelentes y la capacitación del personal de salud.
Un futuro sin malaria es un futuro más justo
La lucha contra el paludismo no es solo un desafío de salud pública, sino también un desafío de justicia social. Un mundo libre de malaria será un mundo más equitativo, donde todas las personas tengan la oportunidad de vivir una vida sana y productiva.
