Cuando sale sangre por la nariz de los niños, los padres suelen asustarse por el impacto visual que les genera, sin embargo, las hemorragias nasales o epistaxis son comunes en la infancia y en la mayoría de los casos no son graves, sin embargo, es importante comprender las causas y cuándo buscar atención médica.
La epistaxis, término médico que define al sangrado nasal, se produce por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos ubicados en la mucosa nasal. Estos vasos son muy frágiles y se encuentran cerca de la superficie, lo que los hace propensos a lesionarse por diversos factores.
Conocer las razones por las que se generan las hemorragias nasales puede ayudar a saber si se requiere la búsqueda de atención médica o si es algo que pueda tratarse en casa.
Las causas más comunes de epistaxis en niños incluyen:
- Hurgarse la nariz: Es una de las causas más comunes, especialmente en niños pequeños.
- Aire seco: El aire seco puede irritar las membranas nasales y hacerlas más propensas a sangrar.
- Alergias: Los estornudos y la congestión nasal asociados con las alergias pueden irritar y romper los vasos sanguíneos.
- Resfriados: Los virus del resfriado pueden inflamar y resecar las membranas nasales, lo que aumenta el riesgo de sangrado.
- Traumatismos: Un golpe en la nariz puede causar sangrado.
- Cambios hormonales: Los cambios hormonales durante la pubertad pueden aumentar la probabilidad de hemorragias nasales.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, como la aspirina y los anticoagulantes, pueden aumentar el riesgo de sangrado.
- Condiciones médicas subyacentes: En raras ocasiones, las hemorragias nasales pueden ser un signo de una condición médica subyacente más grave, como un trastorno de la coagulación sanguínea o un tumor nasal.
¿Cómo detener una hemorragia nasal en un niño?
Contrario a la intuición, no se debe inclinar la cabeza hacia atrás, ya que esto puede hacer que el niño trague la sangre. En su lugar, es recomendable presionar suavemente las fosas nasales por 10 a 15 minutos y hacer que el niño incline la cabeza hacia adelante para evitar la ingesta de sangre.
Otro método útil es colocar algodón con agua oxigenada en la fosa nasal afectada durante unos 10 minutos para detener el sangrado.
Aunque la mayoría de los episodios de epistaxis son benignos, es importante consultar a un especialista si el sangrado es recurrente, prolongado (que dura más de 15 minutos) o no cede con los cuidados básicos. Esto es especialmente crucial si el niño tiene antecedentes de trastornos sistémicos o si hay otros síntomas acompañantes.
