Un automovilista chocó por alcance contra un taxi, dejando como saldo sólo daños de cierta consideración; oficiales tomaron conocimiento del hecho.
El conductor considerado como inculpado reconoció que sí llevaba algo de prisa, pues llevaba una panza de vaca para que la limpiara su mujer, para hacer un rico menudo.
Justo al cruzar la calle Bravo, circulando sobre el Bulevar Pape con dirección al sur, el conductor de un Aveo en color blanco, de procedencia extranjera, no midió distancia y se impactó contra un Nissan Tsuru, quedando con algunos daños esta unidad propiedad de la línea Taxímetros, que era conducido por una mujer; ambos vehículos quedaron en el camellón central entorpeciendo la vialidad.
Los oficiales de Peritaje hicieron acto de presencia y tomaron conocimiento, pero al final de cuentas los participantes habían logrado llegar a un satisfactorio acuerdo, para la reparación del daño.
Y aunque ya habían logrado una solución para saldar los daños ocasionados, no se salvaron de una infracción por causar el choque.
