A pesar de que el inicio del festival fue un poco lento, el público comienza a llegar poco a poco, ansioso de fiesta y baile
El inicio del Festival Arre fue un poco lento, pero finalmente ganó impulso. El público comenzó a llegar gradualmente, ansioso por disfrutar de la fiesta, el alcohol y el baile, listos para cantar a todo pulmón.
Sandra Echeverría fue una de las primeras en abrir el festival, seguida de otras propuestas musicales como Aroma y Vivir Quintana. Sin embargo, fue con la llegada de Banda Pequeños y Zona Rika que el ambiente realmente cobró vida. Esto coincidió con una disminución de la temperatura gracias a las nubes, una vez que cayó la tarde en la capital.
El festival contó con tres escenarios en su primer día de actividades, celebrado en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Su objetivo era demostrar que un festival de música mexicana es posible y sostenible, incluso ante un público acostumbrado a los palenques y las ferias locales.
El ambiente trató de emular el de las ferias locales, con abundantes bandas, fiestas hasta altas horas de la madrugada y una variedad de puestos para comer y jugar. Además, se recreó el ambiente del salón California en una de las zonas, se colocaron gradas en el escenario principal llamado "La Hacienda" y se vendieron diversos productos a los asistentes, desde sombreros de recuerdo hasta una variedad de comidas.