La temporada regular terminó para Los Angeles Lakers este domingo con Anthony Davis en el vestuario recibiendo tratamiento por espasmos en la espalda después de haber sido empujado mientras estaba en el aire al final de la victoria de Los Ángeles por 124-108 sobre los New Orleans Pelicans.
Davis prometió que volverá a la cancha el martes cuando comience la postemporada para los Lakers, quienes consiguieron el octavo puesto y un lugar en el torneo de entrada de la Conferencia Oeste, una revancha con los Pelicans, que quedaron séptimos. Está en juego un lugar en la primera ronda contra los Denver Nuggets, campeones defensores y segundo cabeza de serie.
"No hay duda de que voy a jugar", afirmó Davis después de anotar 30 puntos con 13 de 17 tiros, 11 rebotes, 3 asistencias y 2 robos en 33 minutos.
El gran hombre de los Lakers, que se perdió la mayor parte de las dos derrotas la semana pasada ante los Minnesota Timberwolves y Golden State Warriors después de recibir un golpe en la cara en el partido de Minnesota, fue dominante hasta que faltaban 5:52 para el final del último cuarto del domingo. Fue entonces cuando el alero de los Pelicans, Larry Nance Jr., empujó a Davis por la espalda mientras intentaba agarrar el rebote ofensivo después de que el guardia de los Lakers, Gabe Vincent, fallara una bandeja.
Davis dijo que el contacto resultó en una "hiperextensión" cuando aterrizó, y agregó que su "espalda simplemente se trabó".
"Estaba en el aire", indicó Davis. "Obviamente es una jugada peligrosa. Sé que no es un jugador sucio".
Davis dijo que se habría esforzado por seguir jugando si fuera un partido cerrado en una situación en la que debía ganar. Cuando salió con 5:22 restantes, cojeando hacia la banca antes de recibir tratamiento de su entrenador atlético, Jon Ishop, Los Ángeles tenía una ventaja de 21. Los Lakers ganaron por 16.
Davis informó que planea probar almohadillas térmicas que podría usar debajo de su camiseta para mantener su espalda suelta el martes.
Por muy bueno que fuera Davis antes del revés, la estrella de los Lakers, LeBron James, podría haber sido incluso mejor.
James logró su quinto triple-doble de la temporada, terminando con 28 puntos, 17 asistencias, 11 rebotes y 5 robos.
James tuvo 13 asistencias en la primera mitad, la mayor cantidad que jamás haya tenido en una mitad en 1,492 juegos en su carrera durante 21 años en la NBA.
"Simplemente leí el juego y estaba buscando a mis compañeros de equipo y traté de poner el balón a tiempo y en el objetivo, ya sea para tiros en salto o para los muchachos en el aro", manifestó James. "Simplemente traté de ser muy eficiente con mi juego".
También fue el principal defensor del contundente Zion Williamson, de los Pelicans, ayudando a limitar al explosivo delantero a solo 12 puntos con 4 de 13 tiros. Williamson cometió cuatro pérdidas de balón.
"Es una bestia", admitió James. "Quiero decir, es casi imposible detenerlo, así que traté de mantener el cuerpo sobre él y de ser duro con él. Es un gran jugador, hombre".
Los Lakers llegaron al día con varios escenarios posibles de postemporada, pero gracias a una victoria de los Phoenix Suns sobre los Timberwolves, combinada con la victoria sobre los Pelicans, aseguraron el puesto número 8 y otro partido como visitante en Nueva Orleans el martes.
Todo esto sin necesidad de subirse a un avión y volar a otra ciudad.
"El partido del martes va a ser extremadamente duro, extremadamente difícil, extremadamente físico", aseguró James. "Siempre supe que, cuando juegas una serie de playoffs, y lo veo como una serie de playoffs de dos juegos, si ganas el primer juego, un equipo tiene varios días para sentir esa sensación o sentarse con ese sabor en la boca de la derrota. Así que estarán extremadamente preparados para nosotros y tenemos que llegar con el mismo sentido de urgencia que tuvimos en el partido anterior".
